Esta vez toca hablar de diseño.
Dice el cocinero catalán Ferran Adrià que la creatividad está en lo obvio.
Uno es creativo a raiz de preguntarse los por qué de las cosas más evidentes.
Y puntualiza, que no se puede ser creativo sino se es disciplinado y profesional. Su solución: profesionalizó la creatividad, dedicando un espacio concreto a desarrollarla cuatro horas diarias.
Hecho esto, se da el lujo de crear y deconstruir a su antojo. Dice: Soy anárquico porque estoy organizado.
Por eso está en la cima.
Pues bueno, lo que les vengo hoy a contar es un ejemplo de esto.
Unos jóvenes arquitectos mexicanos, han diseñado un sillón (disponible en individual y de varias plazas) a partir de contemplar un simple kleenex y las toallas dobladas de los cuartos de baño en los hoteles.
Si, los pliegues de estos dos objetos los inspiraron y diseñaron un sillón que denominan E422.
En diseño supera a cualquier propuesta de grandes almacenes de mobiliario de "autor". Y en concepto les da mil vueltas.
Partiendo del kleenex y las toallas, deciden hacer un sillón a partir de aprovechar materiales que, en origen, están pensados para otras funciones o actos.
Utilizando materiales de embalaje fabrican este sillón. Polyfom, tablón de pino y flejes plásticos.
Dejo a su consideración el dichoso sillón, que una vez más nos dice que la creatividad está en la calle.
No es creativo el que rebusca sino el que sabe buscar.
Moraleja: Hecho en México por y para la gente.
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